El 15 de agosto de 1483 , coincidiendo con la festividad de la Asunción de la Virgen María , el papa Sixto IV consagra la recién terminada Capilla Sixtina con la celebración de su primera misa solemne. El templo, construido entre 1473 y 1481 como ampliación de la antigua Cappella Magna, está ubicado en el Palacio Apostólico del Vaticano, siendo dedicado a la Virgen. Desde entonces, la Sixtina se convierte en escenario de ceremonias litúrgicas de gran relevancia, incluidos los cónclaves papales.
La decoración inicial fue encargada a grandes maestros del Renacimiento como Sandro Botticelli, Pietro Perugino y Domenico Ghirlandaio, quienes plasmaron escenas de la vida de Moisés y de Cristo. Décadas más tarde, Miguel Ángel transformaría la bóveda con sus célebres frescos del Génesis y