En su mensaje, Bonilla subrayó que Victorio, originario de la región que hoy comprende parte de Chihuahua antes de la imposición de fronteras, es un ícono de la nación apache, pueblo nómada del desierto y la montaña cuya filosofía de vida estuvo marcada por la libertad, la sabiduría y la resistencia.

Victorio fue recordado como un líder excepcional, capaz de unir tribus, recorrer vastos territorios y enfrentarse con determinación a los ejércitos mexicano y estadounidense en defensa de su gente. Su legado, enfatizó el alcalde, trasciende la historia apache y forma parte esencial de la identidad chihuahuense.

La reubicación de la estatua a este nuevo espacio público se realizó con el propósito de mantener viva la memoria de quienes representan valores como valentía, nobleza y lealtad, rasg

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