El verano de 2025 se ha convertido en uno de los más abrasadores de la historia reciente. Dos olas de calor consecutivas, que abarcaron desde mediados de junio hasta principios de julio, hicieron que gran parte de Europa registrara temperaturas medias sin precedentes. Esta situación ha desatado cientos de muertes relacionadas con el calor, incendios forestales de gran magnitud y una presión extrema sobre los sistemas eléctricos del continente.
El actual período estival ha alcanzado niveles de calor extraordinarios en el hemisferio norte. Según un artículo publicado en Nature, reiteradas y extensas olas de calor han generado cifras alarmantes que afectan tanto a la población como a la economía de distintos países europeos, entre ellos España.
Esta tendencia no es reciente ni demasiado