El diputado nacional Máximo Kirchner no participó de ninguna de las comisiones de trabajo que tuvieron una intensa actividad en la última semana en la Cámara baja.
Estaba ocupado de monitorear el modesto "operativo clamor" que mandó a organizar entre la dirigencia más adicta de su círculo para ver si movía el avispero.
Un puñado de intendentes y algunos referentes cristinistas como Martín Sabbatella respondieron al pedido.
Para sorpresa de nadie, el "clamor" no pasó el plano de lo dirigencial, de un sector afín a los Kirchner que se prestó para subirle el precio al líder de La Cámpora y darle más fortaleza a ese espacio para disputar cargos en las negociaciones finales del domingo próximo.
La candidatura del presidente del PJ bonaerense para encabezar la lista no está descartada,