Una mañana de lo más normal en Matalascañas, Huelva , se vio empañada por la huida de un motorista el cual no se detuvo en una inspección rutinaria de las autoridades . Agentes de la Policía Local de Almonte se vieron obligados a comenzar una persecución, a gran velocidad, sobre las callas de la localidad onubense.

El conductor se dio a la fuga ante las claras órdenes de las autoridades de detenerse . Este seguimiento se dio por más de tres kilómetros hasta llegar a alcanzarlo. Los hechos ocurrieron la pasada madrugada del 14 de agosto y han puesto encima de la mesa un debate sobre el riesgo de cometer infracciones de ese tipo.

Una perfecta coordinación

La operación policial se llevó a cabo por un modus operandi preciso y con una coordinación perfecta para poder parar al motor

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