En lo que va de 2025, Venezuela enfrenta una realidad que no se puede ocultar: la inflación se incrementa y el poder adquisitivo del venezolano disminuye. Según el Observatorio Venezolano de Finanzas, la inflación acumulada en los primeros cinco meses del año alcanzó el 105,5 %.
Este fenómeno golpea a todos los estratos sociales, pero castiga con mayor dureza a quienes dependen de salarios fijos y no tienen acceso a ingresos en divisas. El alza de precios no solo se refleja en los alimentos, sino también en medicinas, transporte y servicios básicos, creando un escenario de ansiedad para el ciudadano.
De hecho, algunas proyecciones estiman que la inflación anualizada podría situarse por encima de las previsiones más elevadas, mientras que el Instituto de Investigaciones Económicas y Socia