Los ecuatorianos son testigos en estos días de una verdadera medición de fuerzas entre el Gobierno de Daniel Noboa y la Corte Constitucional, en una batalla que tiene como consigna el combate a la inseguridad y la violencia que están golpeando sin piedad al país sudamericano. Dos poderes enfrentados entre el temor colectivo al crimen y el freno constitucional ante posibles excesos administrativos en el futuro.

En medio de esa tensión, crecen las alertas entre ciudadanos, académicos, juristas y organismos nacionales e internacionales, que ven con preocupación lo que consideran “expresiones autoritarias” ya registradas en El Salvador de Nayib Bukele o, hace unos años, en el Ecuador del “socialismo del siglo XXI” durante el gobierno de Rafael Correa.

La marcha promovida por el Gobierno el 1

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