Caen algunas pavesas y todavía huele a humo, pero lo que se respira en Villar de Plasencia es alegría. A primera hora de esta tarde, la Junta de Extremadura ha levantado la evacuación en la localidad cacereña después del devastador incendio que ha arrasado más de 4.800 hectáreas. Hace apenas unos minutos, a través de la N-630, han empezado a llegar los primeros coches. Cargados de bolsas, de maletas y, sobre todo, de vivencias que no van a olvidar nunca. Porque, como dice Leonor, una de las vecinas, “esto es histórico” .
Vive en Barcelona, pero llegó el sábado al pueblo para pasar aquí unos días. El martes vino la sorpresa. “Mi nieta estaba en la piscina y vio cómo cayó el rayó” , narra la mujer. “El incendio empezó de golpe”, añade. Empezó, entonces, un calvario que, eso sí, hubie