La reunión de Anchorage (Alaska) entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso Vladímir Putin, marcada desde antes de empezar por la ausencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, giró en torno a lograr un alto el fuego Ucrania.
Minutos antes de empezar hubo un cambio. Ya no era un mano a mano, sino tres por lado. Junto a Trump asistieron el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial Steve Witkoff. Este cambio se vio como en EE.UU. como una afrenta para Putin, que consideraba que en el cara a cara tenía más poder de disuasión.
La reunión no será un cara a cara y a ella se incorporan dos asesores por banda
Para altos cargos estadounidenses, que Trump no estuviera solo fue un alivio, por el miedo a rendirse a los halagos de Putin, al que aco