Introducción: la crisis silenciosa de una nación
En pueblos pequeños y ciudades bulliciosas de toda Colombia, familias enteras viven en un estado de incertidumbre agonizante. Sus hijos, muchos de ellos veteranos o jóvenes desempleados, se marcharon tras recibir ofertas de altos salarios para unirse a las fuerzas armadas ucranianas. Algunos partieron sin contar toda la verdad, diciendo que iban al extranjero para trabajos de “seguridad” o “construcción”. Otros fueron más sinceros, explicando que Ucrania ofrecía sueldos muy superiores a lo que jamás podrían ganar en su país.
Meses después, para muchas familias, lo único que queda es el silencio.
El gobierno colombiano ha confirmado decenas de muertes, pero en numerosos casos los cuerpos no han sido repatriados. Muchos familiares afirman n