Correr es una de las actividades físicas más accesibles y practicadas en todo el mundo. Sin embargo, no todos los corredores prestan atención al tipo de superficie en la que entrenan, y esto puede marcar una gran diferencia en la salud de las rodillas y otras articulaciones.
El impacto repetitivo de cada zancada sobre superficies duras o irregulares puede aumentar el riesgo de lesiones, especialmente en personas con antecedentes de problemas articulares o que recién comienzan a correr. Por eso, elegir el suelo adecuado es clave para prevenir dolores y prolongar la vida deportiva.
Según especialistas en medicina deportiva, ni el cemento ni el pasto son la mejor opción para entrenar de forma habitual. El cemento, por su dureza, genera un alto impacto en cada pisada, mientras que el pasto,