La inflación en alimentos y bebidas ha experimentado un notable aumento en agosto, alcanzando un incremento del 3,1% en lo que va del mes. Este aumento se atribuye principalmente al impacto de la devaluación del dólar a finales de julio, que ha continuado afectando los precios en las góndolas. Según la consultora LCG, los precios de los alimentos crecieron un 2,5% en agosto, mientras que EcoGo reportó un aumento del 2,3% en alimentos específicos.

El informe de LCG destaca que el aumento en los precios de carnes y bebidas ha sido el principal motor de esta inflación, representando el 80% del incremento semanal. En la primera semana de agosto, los precios ya habían subido un 2%, y en la segunda semana, el aumento fue del 1,1%. A pesar de que algunos productos, como lácteos y huevos, mostraron una ligera disminución de alrededor del 0,5%, la tendencia general es de alza.

La inflación promedio en las últimas cuatro semanas se ha situado en un 1,2% mensual, con un aumento del 2,5% en comparación con el mes anterior. Este comportamiento se ha visto reflejado en el aumento de precios de verduras, frutas y bebidas, que han sido los más afectados. Por otro lado, el informe de Econviews indica que la inflación de agosto podría estabilizarse en un 1,7% mensual, aunque advierte que la volatilidad del tipo de cambio podría seguir influyendo en los precios.

El presidente Javier Milei ha negado el impacto de la devaluación en los precios, a pesar de que los datos sugieren lo contrario. En la primera quincena de agosto, la inflación acumulada en alimentos superó el 3%, lo que contradice las afirmaciones del mandatario. En este contexto, la inflación de julio se había situado en un 1,9%, con un aumento interanual del 36,6%. Las divisiones que más contribuyeron a este aumento fueron Recreación y cultura, y Transporte, mientras que Alimentos y bebidas no alcohólicas también mostraron un incremento significativo.

Con estos datos, se espera que la inflación continúe siendo un tema crítico en la agenda económica del país, especialmente con las elecciones a la vista y la incertidumbre en el mercado cambiario.