Varias de mis columnas han estado dedicadas al tema de la Inteligencia Artificial (IA), un tema que sinceramente me preocupa tanto como me ocupa. Ahora quiero abordar su utilización en las elecciones, en vistas de una posible reforma electoral.
Hablemos primero de la administración de elecciones. Ya en temas como la geografía electoral, por ejemplo, se han utilizado algoritmos como el recocido simulado; pero en cuestiones como registro de candidaturas (con miles de registros al mismo tiempo), trámite y revisión de procedimientos, aprobación de convenios de coalición, ubicación de casillas, detección de zonas de riesgo, orientación y capacitación electoral, entre otras, se prestan sin duda para el uso de la IA.
De esta manera, se agiliza la labor administrativa electoral, a la vez que se