La muerte de otra mujer luego de un tratamiento estético intranquiliza a la sociedad formoseña. Se trata, esta vez, de una conocida docente que el martes concurrió a una clínica para someterse a una terapia con suero y falleció a la madrugada del día siguiente en el Hospital de la Madre y el Niño, nosocomio al que fuera trasladada de urgencia después de sufrir una descompensación.

La justicia provincial investiga el hecho bajo la carátula “homicidio culposo”, tratando de determinar las causas que llevaron al trágico desenlace; uno más de una lista que se extiende con los años y que ha sacado a la luz casos estremecedores de mala praxis médica, algunos con condena firme.

Todo está por verse aun en torno al sorpresivo fallecimiento de Eli Acosta, de 54 años, quien a priori no padecía probl

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