Racing Club vivió una de sus noches más amargas en el estadio Presidente Perón. El equipo de Gustavo Costas cayó 2-1 frente a Tigre en un cierre lleno de tensión, polémicas arbitrales y expulsiones que dejaron a la Academia con un sabor amargo en la antesala de la revancha de octavos de final de la Copa Libertadores ante Peñarol.

El conjunto local había conseguido la ventaja con un gol de Adrián Balboa, pero la expulsión de Franco Pardo cambió el desarrollo del encuentro. La jugada clave llegó en tiempo de descuento, cuando el árbitro Darío Herrera, tras ser llamado por el VAR a cargo de Fernando Echenique, sancionó un penal por sujeción de Gabriel Rojas sobre Ignacio Russo. Braian Chaco Martínez lo ejecutó con precisión y estableció la igualdad, lo que desató la furia de Costas, expulsad

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