La hierba meticulosamente cortada entre las piedras calizas, porches que invitan a una conversación entre amigos, luz tenue que relaja el ambiente y música de fondo. Entre el bullir de las calles jacetanas en pleno verano, los patios interiores de varios locales de Jaca se convierten en un oasis . Sansanet, Camelot, Onix o Dublin invitan a relajarse con una copa al atardecer o con amigos bajo las estrellas.
Si en las grandes ciudades triunfan las terrazas skyline que invitan a ver el perfil desde las alturas, en Jaca lo hacen a pie de calle, bajo el cielo estrellado del Pirineo que invita a soñar .
No es una nueva moda, es ya una tradición. En los años noventa, los bancos de piedra y la sombra que las parras proporcionaban ya encandilaban a los jaqueses en el mítico Viviana .