Otra vez el horror. Otra vez la inseguridad. Otra vez La Matanza. El brutal asesinato de Rita Suárez, una preceptora de 47 años que fue ejecutada delante de su hijo en medio de un intento de robo, despertó una enorme conmoción y un pedido de justicia que se agigantó a medida que se conoció la noticia.
Rita murió el jueves 14 de agosto a las 6 de la tarde arriba de su auto, un Renault Sandero Stepway que detuvo casi en la esquina de Juan Florio y Miró, en la localidad de Villa Luzuriaga. Estaba esperando que su hija saliera de una clase particular de canto. En el asiento trasero se encontraba su hijo de 15 años, sin imaginar que en cuestión de segundos presenciaría la escena más dramática de su vida.
Tres delincuentes se acercaron al vehículo con la intención de robarlo. Según el testimon