México atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. La realidad nacional está marcada por una grave crisis económica que amenaza millones de empleos, una inseguridad desbordada que ha obligado incluso a Estados Unidos a presionar a las autoridades mexicanas para que hagan su trabajo, y un deterioro alarmante de la infraestructura pública, cuya falta de mantenimiento se traduce en tragedias cotidianas como inundaciones, colapsos y fallas en servicios básicos.

A este panorama se suma una reforma improvisada al Poder Judicial de la Federación, cuyas consecuencias son aún incalculables y que, lejos de fortalecer la impartición de justicia, la somete a intereses políticos. La ciudadanía enfrenta además interrupciones recurrentes en servicios esenciales como transporte y

See Full Page