MIAMI.- A pesar de vivir en una estructura social patriarcal, la gran mayoría de los países del mundo son matricentrista. Con resultados funestos para nuestro desarrollo psicosocial, la figura del padre ha sido denostada de los hogares y el imaginario colectivo desde hace muchos años. Como bien lo explica el analista junguiano Luigi Zoja en El gesto de Hector : “La gradual descomposición de la firma paterna tiene dos caras. Una es simbólica, cultural, y concierne a los valores e imágenes-guía. La sociedad se seculariza. En los cielos no hay ningún Padre absoluto. La referencia universal, el símbolo de los símbolos, ha desaparecido. Hasta los «padres de la Patria» se han olvidado o se leen como ejemplos negativos. La segunda cara es estadística. Los padres desaparecen de la familia. El s
She Rides Shotgun, la redención del padre

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