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Manaure perdió para siempre a uno de sus hijos más queridos: Aldemar “Papi” Ibarra. La noticia de su muerte ha dejado un vacío irreparable en su familia, en su pueblo y en el departamento de La Guajira. Fue concejal, diputado y alcalde, demostrando que ni un accidente que lo dejó en silla de ruedas hace 19 años pudo frenar su amor por servir.
Un hijo que se convirtió en símbolo
Aldemar Ibarra fue un hombre de carácter, entusiasmo y una sonrisa permanente. Supo convertir el dolor personal en fuerza colectiva, y desde su condición física enseñó a su pueblo que los límites solo existen cuando se dejan crecer en el alma. Por eso, su partida es una pérdida y un llamado a recordar la grandeza de su legado humano y p