La lucha incesante contra los 16 incendios forestales que han asolado a Asturias a lo largo de este sábado ha teñido el cielo de naranja y de gris a cientos de kilómetros. Avilés, Oviedo, Gijón... muchos son los municipios que han visto cómo a partir de las 19 horas el firmamento adquiría unas tonalidades que, por fortuna, muy pocas veces aparecen. Una imagen que puede llegar a parecer asombrosa, pero si se tiene en cuenta el motivo que lo ha provocado, pone los pelos de punta.

El humo que desprenden los numerosos focos, algunos de grandes dimensiones, hace que la luz se disperse de forma diferente y provoca que el cielo adquiera esas tonalidades.

Por desgracia, no es la primera vez que se da este fenómeno en Asturias, que el 16 de octubre de 2017 vio cómo el amanecer se retrasaba a

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