Los servicios de emergencia no dan abasto. Desde hace días, Galicia se tiñe angustiosamente de gris. Los incendios están desbocados y devoran la comunidad. Los vecinos viven desesperados como el fuego llega, en muchos casos, a la puerta de sus viviendas: "Pinta feo, no hay manera".

"Yo tenía que estar ya en Bilbao trabajando, pero la casa está aquí y no puedo dejar a la familia y al pueblo tirado".

Se han quemado montes, establos, campos e infraestructuras , como esta fábrica de piezas de coches. "Estamos rodeados y tenemos miedo de que se nos queme el pueblo".

La peor parte se la lleva Ourense. Allí hay ocho incendios activos. Ya se han quemado unas 42.000 hectáreas. Muchos voluntarios llevan días sin dormir. "Nos hemos puesto unos guantes, nos hemos vestido un poco de algo, a ver qu

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