Las mandarinas son una de las frutas más esperadas del otoño e invierno, no solo por su frescura y dulzura natural, sino también porque se prestan para recetas caseras que sorprenden por su sabor y aroma. Una de ellas es la torta invertida de mandarinas , una preparación fácil que combina la esponjosidad de un bizcochuelo con la jugosidad y el color vibrante de esta fruta de estación.
Ideal para acompañar unos mates, un café o una merienda especial en familia, esta torta tiene la ventaja de que se ve tan bien como sabe. Al desmoldarla, las rodajas de mandarina quedan a la vista, formando una cobertura caramelizada que no necesita más decoración. Con ingredientes simples y pasos sencillos, vas a lograr un postre o colación que parece salido de una panadería, pero hecho en casa.
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