Cuando lavamos el cabello , solemos caer en la tentación de usar agua muy caliente para relajarnos y sentir una limpieza más profunda. Sin embargo, el agua caliente abre la cutícula capilar, que es la capa externa protectora del pelo.

El agua excesivamente caliente en el cabello provoca que se escape la humedad natural, dejándolo seco, opaco y propenso al quiebre. A la larga, puede alterar la textura y generar frizz en la melena . Además, el uso constante de secadores y planchitas dañan la estructura interna del pelo.

Por eso, cuidar el largo implica buscar alternativas que respeten su naturaleza y mantengan su salud intacta, sin resignar el brillo ni la suavidad. La solución está en dejarlo secar al natural, pero con un plus que marque la diferencia.

Receta refrescante para un ca

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