Tras dos años de conversaciones los países se reunieron esta semana en Ginebra llegaron a un momento decisivo: aprobar un tratado que enfrente de verdad la contaminación por plásticos o ceder ante el lobby de la industria petroquímica. El resultado fue crítico: se perdió una oportunidad histórica y una vez más, no se llegó a un acuerdo.
“Tras dos semanas de negociaciones, nos vamos sin un tratado que permita eliminar la contaminación por plásticos, favoreciendo a la industria que se ha dedicado a debilitar el proceso e imponer un tratado sin fuerza centrado únicamente en la gestión de residuos. Es mejor no tener un tratado que un mal tratado , ya que podría ser una regresión para leyes nacionales como la Ley de Plásticos de un solo uso”, dijo Laura Caicedo, coordinadora de campañas d