Apenas el convoy se eleva sobre Congreso de la Unión , el piso del comienza a vibrar. Andrea viaja sentada mientras su cuerpo se zangolotea por el vaivén del tren. Trabaja entregando zapatos a domicilio por lo que conoce toda la ciudad; sin embargo, en la Línea 4 , dice, viaja con temor. “Vivo cerca de la Línea 12 y se cayó siendo nueva”, dice a .
A unos asientos de distancia, Alison, usuaria regular de la Línea, coincide. “Tiembla mucho y parece que se va a caer. De hecho, ahorita estaba pensando eso”, comenta, mientras explica que la vibración se siente más fuerte en los tramos “al aire”, donde las vías están descubiertas.
Ambas mujeres viajan con miedo por lo que sienten cada vez que el tren avanza sobre los tramos elevados , por el “chirrido” de las vías y por lo que se p