En el mundo del coleccionismo hay piezas que trascienden el tiempo y se convierten en símbolos de un país. Colombia no es la excepción. Entre las reliquias más buscadas se encuentra un billete que, más allá de su denominación, guarda un significado histórico y cultural, el de 10 pesos de oro, una pieza emitida entre 1926 y 1928 que hoy puede alcanzar precios sorprendentes en el mercado numismático.

La historia de este billete comienza en una etapa crucial para la economía nacional. Durante los años veinte, el país atravesaba un proceso de modernización financiera. El Banco de la República, fundado apenas unos años antes, buscaba consolidar la confianza ciudadana en el sistema bancario y fortalecer su papel como emisor único de la moneda. Fue en ese contexto que aparecieron nuevas denomin

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