El Día del Niño en Perú, celebrado cada tercer domingo de agosto, pone de relieve una preocupante realidad educativa. Más de 400.000 niños de entre 3 y 5 años no tienen acceso a la educación inicial, según datos del Ministerio de Educación (Minedu) y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esta situación no solo representa una brecha numérica, sino que afecta el desarrollo integral de miles de menores en su etapa más crucial.
La celebración, que normalmente incluye actividades festivas, se torna en un llamado a la acción para autoridades y sociedad civil. La falta de acceso a la educación temprana es considerada un “riesgo” que impacta negativamente en el lenguaje, las habilidades sociales y la estabilidad emocional de los niños. Esto limita su potencial de aprendizaje y adaptación.
El Minedu señala que la disparidad en el acceso a la educación inicial no distingue entre áreas rurales y urbanas, aunque es más aguda en regiones vulnerables. A pesar de los esfuerzos por universalizar la matrícula, muchos niños siguen sin asistir a centros educativos. La educación no debe ser vista como un lujo, sino como una necesidad urgente y un derecho fundamental.
La neurocientífica Helena Calle destaca que en los primeros cinco años, el cerebro humano alcanza el 90% de su desarrollo total. Las experiencias y estímulos en este período son cruciales para formar conexiones neuronales que influirán en el aprendizaje y comportamiento futuros. Calle enfatiza que los entornos de aprendizaje de calidad son esenciales para el desarrollo de habilidades clave.
Investigaciones en neurociencia y educación indican que el entorno en el que se desarrollan los niños impacta decisivamente en su desarrollo físico, emocional y cognitivo. Calle menciona cinco prácticas clave para un desarrollo infantil pleno: lectura en voz alta, juego interactivo, música, exposición a vocabulario complejo y educación inicial de calidad. Estas prácticas no solo son entretenimiento, sino que son fundamentales para la confianza, creatividad y atención de los niños.
Estudios a largo plazo muestran que quienes reciben una educación sólida en la infancia tienen más probabilidades de completar su escolaridad y acceder a estudios superiores. Además, presentan menores tasas de exclusión social y mejores indicadores de bienestar en la vida adulta.
La celebración del Día del Niño en Perú invita a reflexionar sobre el compromiso estatal y familiar con la primera infancia. Garantizar el acceso a una educación inicial de calidad es esencial para reducir la desigualdad y construir un futuro más prometedor para todos los niños del país.