Dos descubrimientos recientes de subpoblaciones de huemules en la Patagonia chilena han despertado la esperanza y llenado de optimismo a las organizaciones ambientalistas, que luchan a contrarreloj para proteger al ciervo más austral y amenazado del mundo, del que solo quedan 1.500 ejemplares entre Chile y Argentina.

El último hallazgo tuvo lugar la semana pasada, cuando la ONG Puelo Patagonia confirmó -a través del registro de cámaras trampa- la presencia de un grupo de hasta ocho huemules en Puchegüín, en la Región de Los Lagos.

Se trata del registro más al norte que se tiene de este ciervo emblemático de la Patagonia andina, declarado en peligro de extinción en 1973 y del que solo queda el 1% de su población original, distribuida en grupos muy pequeños y fragmen

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