A medida que aumenta la evidencia de atrocidades cada vez más intensas, incluyendo la tortura de niños, que se están cometiendo en Myanmar, los generales de las fuerzas armadas del país están rebrandeando su régimen de junta y planeando elecciones manipuladas en una nación de la que solo controlan partes.
Han rescindido una orden de estado de emergencia de cuatro años, impuesta durante su golpe militar de 2021, y han formado una administración provisional para gobernar el país del sudeste asiático devastado por la guerra hasta que se forme un nuevo parlamento tras una votación nacional.
Pero, según los analistas, es solo un cambio cosmético: está diseñado para dar la apariencia de que siguen el manual democrático mientras permanecen firmemente en el poder, algo que las fuerzas armadas de