Si nos fiamos de las encuestas, Bolivia está a punto de pasar una página que empezó hace 20 años. Entonces, el país decidió sumarse a la marea rosa que llenó América Latina de dirigentes progresistas. Pero la victoria del Movimiento al Socialismo (MAS) era mucho más que eso porque daba por primera vez relevancia institucional a los pueblos indígenas del país.
Un dirigente cocalero como Evo Morales llegaba a la Presidencia con la promesa de trabajar por los campesinos y los más vulnerables y arrancó una era de dominio total de la política en el país a la vez que se instalaba como referente de una nueva ola antiestadounidense regional junto a Lula da Silva, Hugo Chávez, Néstor Kirchner o Rafael Correa. En diciembre de 2005, Evo Morales arrasaba en la primera vuelta por delante de Jorge Qui