Los incendios forestales continúan castigando con dureza al noroeste peninsular, donde el fuego no da tregua. El que más preocupa es el de Jarilla, en Cáceres, que avanza con rapidez hacia Plasencia tras una noche de intensos trabajos de extinción. La situación contrasta con la leve mejoría registrada en otros puntos, como en Molezuelas de la Carballeda, en la frontera entre León y Zamora, aunque la magnitud de las llamas mantiene en vilo a gran parte del territorio.

En la reunión del Comité Estatal de Coordinación, celebrada por videoconferencia bajo la presidencia de Pedro Sánchez, se constató que 19 de los incendios activos requieren refuerzo estatal. La Unidad Militar de Emergencias mantenía ayer desplegados a 1.400 efectivos en labores directas de ataque, mientras otros 2.000 prest

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