Por Pablo Sirvén, en diario La Nación

Suele acostarse a las dos de la madrugada y levantarse a las seis (a veces, a las siete). Es decir que duerme cuatro horas, como se ufanaba Bernardo Neustadt, al que veía en Tiempo Nuevo, “de chiquito, por mi cuenta”.

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO

Toma Zolpidem, un sedativo hipnótico cuando su insomnio se torna severo. Considera a la comida apenas como una “necesidad fisiológica” en la que no encuentra placer alguno. “Casi todo me interesa poco, salvo un puñado de cosas”, confiesa.

Reconoce que su padre “no fue un gran motivador para que estudie Economía” porque la consideraba “una inmundicia, que no servía para nada” y que se iba a morir de hambre. “Mi papá me hizo la vida imposible d

See Full Page