
En los últimos años, la salud de la población joven ha cambiado de manera alarmante; cada vez es más frecuente que personas menores de 50 años sean diagnosticadas con tipos de cáncer que antes afectaban principalmente a edades mayores. Como explica un informe publicado en BMJ Oncology en 2023: «Un metaanálisis reciente analizó 29 tipos de cáncer en menores de 50 años y halló un aumento global del 79.1% entre 1990 y 2019, siendo los más crecientes los de mama, colon, endometrio y estómago» (Huang J, et al., 2023).
En este contexto, la advertencia cardiólogo Aurelio Rojas es clara y contundente: «Hay dos alimentos que te están matando», refiriéndose al azúcar y a la harina refinada. La insulina juega un papel determinante, ya que, cuando se mantiene elevada durante mucho tiempo, actúa como un fertilizante para las células tumorales. Gallagher y LeRoith explican que «la hiperinsulinemia crónica se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer por su efecto pro-mitogénico y anti-apoptótico, estimulando IGF-1 y vías como PI3K/Akt/mTOR». (Gallagher EJ, LeRoith D., 2010).
Aurelio Rojas alerta sobre estos dos alimentos
@doctorrojass Lo sabías… pero ahora entiendes por qué. 🍞 + 🍬 = 🔥 Insulina crónica = cáncer + infarto Comparte esto. Es urgente. RESUMEN CIENTÍFICO: 1️⃣Aumento del cáncer en personas jóvenes * Un metaanálisis reciente (BMJ Oncology, 2023) analizó 29 tipos de cáncer en menores de 50 años y halló un aumento global del 79.1% entre 1990 y 2019, siendo los más crecientes los de mama, colon, endometrio y estómago. * Fuente: Huang J, et al. Global trends in early-onset cancer burden and risk factors. BMJ Oncology. 2023. doi:10.1136/bmjonc-2023-000126 2️⃣Rol de la insulina como promotor de crecimiento tumoral * La hiperinsulinemia crónica se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer por su efecto pro-mitogénico y anti-apoptótico, estimulando IGF-1 y vías como PI3K/Akt/mTOR. * Fuente: Gallagher EJ, LeRoith D. Hyperinsulinaemia in cancer pathogenesis. Nat Rev Cancer. 2010;10(2):93–103. 3️⃣Azúcar y harinas refinadas como inductores de hiperinsulinemia * Dietas con alto índice glucémico y carga glucémica alta elevan la insulina postprandial de forma crónica, y se han asociado con mayor riesgo de cáncer colorrectal, mama y páncreas. * Fuente: Mulholland HG, et al. Glycemic index, glycemic load and cancer risk: a meta-analysis. Br J Cancer. 2008;99(7):1170–1182. 4️⃣Riesgo cardiovascular vinculado al consumo de azúcar y harinas refinadas * La evidencia es contundente: el consumo habitual de azúcares añadidos y carbohidratos refinados aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. * Fuente: Te Morenga L, et al. Dietary sugars and body weight: systematic review and meta-analyses. BMJ. 2013;346:e7492. #azucar #cancer #insulina ♬ sonido original – Aurelio Rojas Sánchez
El problema radica en que determinados alimentos comunes disparan los niveles de insulina . El azúcar y las harinas refinadas se digieren rápidamente, provocando picos de glucosa en sangre que obligan al páncreas a producir grandes cantidades de insulina. Mulholland y colaboradores señalan que «dietas con alto índice glucémico y carga glucémica alta se han asociado con mayor riesgo de cáncer colorrectal, mama y páncreas» (Mulholland HG, et al., 2008).
Más allá del cáncer, la insulina elevada de forma crónica también está directamente relacionada problemas cardiovasculares . Como indica Te Morenga y su equipo: «El consumo habitual de azúcares añadidos y carbohidratos refinados aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico» (Te Morenga L, et al., 2013).
Aurelio Rojas subraya que «si de verdad quieres proteger tu salud, empieza por eliminar lo que te enferma». Esto implica aprender a elegir mejor, priorizando alimentos naturales y nutritivos . La base de una alimentación equilibrada debería centrarse en frutas y verduras, que aportan vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.
Los cereales integrales son otro pilar fundamental. A diferencia de los refinados, mantienen su contenido de fibra y micronutrientes, lo que contribuye a una liberación más lenta de glucosa, evitando los picos de insulina. Las proteínas magras, como pollo, pescado, legumbres y huevos, aportan aminoácidos esenciales sin generar un exceso de grasas saturadas. Combinarlas con grasas saludables provenientes de frutos secos, aceite de oliva, aguacate o pescado azul cuida la salud cardiovascular y promueve la sensación de saciedad.
La importancia del ejercicio físico
Asimismo, el cardiólogo señala que es crucial combinar una dieta equilibrada con actividad física regular. El ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina, ayuda a mantener niveles saludables de glucosa y reduce la inflamación crónica, un factor clave en el desarrollo del cáncer y las enfermedades cardiovasculares. De hecho, estudios muestran que personas activas tienen menor riesgo de hiperinsulinemia y menor incidencia de ciertos tipos de cáncer, incluso si consumen carbohidratos de manera moderada.
Finalmente, la alerta de Aurelio Rojas no busca alarmar sin motivo, sino generar conciencia sobre la importancia de la prevención. El azúcar y la harina refinada no son los únicos factores de riesgo, pero sí son dos de los más comunes y fáciles de modificar en nuestra vida cotidiana.
En conclusión, la advertencia del cardiólogo nos recuerda que los hábitos alimentarios tienen un impacto profundo y silencioso sobre nuestra salud. «Aprender a elegir mejor cada día es la forma más efectiva de medicina preventiva».