Un programa de educación que no gasta a tiempo sus recursos no puede construir escuelas ni equiparlas. Un programa de salud que no ejerce su presupuesto no puede brindar atención ni comprar medicinas o equipo médico. El retraso y recorte en el gasto es un obstáculo real que impide que los objetivos de desarrollo y bienestar se cumplan.

Cuando escuchamos hablar de los recortes y subejercicios del gasto público, a veces no dimensionamos el impacto que tienen en las personas. Sin embargo, detrás de cada peso que no se gasta, hay proyectos y necesidades que se quedan en el aire. En ese sentido, la información sobre el avance del ejercicio del gasto durante la primera mitad del año nos da una idea clara de lo que está sucediendo con nuestro dinero y en qué deberíamos prestar atención. Menor g

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