Europa vive esta temporada un verano abrasador, marcado por olas de calor históricas que, sólo en junio, superaron máximas registradas durante décadas. Luego de un “recreo" en julio, agosto llegó con una de las olas de calor más largas desde que hay registros, especialmente sobre la península Ibérica. En España y Portugal las temperaturas alcanzaron los 44 °C, prolongando episodios de calor que duran ya más de dos semanas , algo que no se veía desde 2022. En solo diez días, el calor extremo se cobró más de 2.300 vidas en Europa, mientras el fuego convirtió miles de hectáreas en cenizas.

En el caso de España, Portugal y Francia, decenas de rércords históricos de temperatura fueron pulverizados. Esta semana aire más fresco llegaría a la península Ibérica .

Este calor extremo ha aliment

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