La Capilla Sixtina, ubicada en el Vaticano, no es solo un icono del arte renacentista, sino también un testimonio del genio, la perseverancia y la visión de Miguel Ángel Buonarroti , un proyecto lleno de tensiones, obstáculos técnicos y retos personales, que se transformó en una de las creaciones más monumentales del Renacimiento .
El encargo que cambiaría para siempre la historia del arte llegó de manos del papa Julio II, quien llamó a Miguel Ángel para decorar la bóveda de la Capilla Sixtina en 1508, un proyecto monumental que rompió los moldes artísticos de su tiempo y marcó un antes y un después en la historia del arte occidental.
Un artista forjado en la escultura
Miguel Ángel, reconocido ya por esculturas como la Pietà (1499) y el David con tan solo 24 años, no se cons