La convivencia en entornos urbanos o edificios frecuentemente implica la exposición a ruidos perturbadores, afectando a un 40% de la población española de manera diaria. Este fenómeno puede transformarse en una auténtica pesadilla para quienes lo experimentan.
Por otro lado, en ocasiones, ciertos vecinos pueden sobrepasar los límites aceptables de ruido en la vivienda , ocasionando incomodidades. Por ello, muchos residentes se cuestionan sobre la mejor manera de abordar la situación, si es viable mediar con el vecino ruidoso o si existe la posibilidad de presentar una denuncia formal.
Asimismo, es crucial tener en cuenta el efecto de los ruidos en los animales de compañía. La búsqueda de soluciones a estas preocupaciones es vital para mejorar la calidad de vida en las comuni