El asesinato del influencer sinaloense Camilo Ochoa fue un golpe calculado. De acuerdo con el medio especializado en crimen organizado Illicit Investigations, la ejecución se planeó desde junio por tres sicarios que antes sirvieron a Gonzalo Inzunza Inzunza, alias el Macho Prieto, y que ahora operan para el “Mayito Flaco” desde Cuernavaca.
El grupo siguió durante meses a Ochoa en un Chevy blanco hasta irrumpir este jueves en su casa de Lomas de Cuernavaca, donde uno de ellos le disparó con una pistola 9 mm. Antes de huir, el agresor colocó los lentes al cadáver y fotografió la escena para enviar la imagen a sus jefes. Ochoa estaba en la lista negra del “Mayito Flaco” por presuntamente lavar dinero para Los Chapitos y lanzar ataques a La Mayiza en sus videos.
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