En la estepa, bajo el cielo nocturno, un leve movimiento entre los pastos anuncia algo distinto. No es un zorro, tampoco una liebre. Esa noche, después de casi cuatro años de intentos y noches en vela, el equipo de monitoreo del Parque Patagonia logra capturar a Odisea, la primera hembra de gato del pajonal en llevar un collar GPS. Ese momento, largamente esperado, marcó el inicio de un registro inédito para la especie. Hoy ya son cinco los individuos que transmiten datos valiosos sobre su vida en la región.
Un felino esquivo de la estepa y los humedales
El gato del pajonal es un felino mediano, de unos cuatro kilos, con un pelaje denso y suave que, en el lomo, forma una pequeña crin eréctil. En la Patagonia argentina su coloración suele ser grisácea con matices amarillentos y, a veces,