STMO DE TEHUANTEPEC, OAXACA. – En ciudades como Juchitán, Tehuantepec, Matías Romero, Ixtepec, Ixtaltepec, El Espinal y otras localidades del Istmo, se ha encendido una alarma silenciosa pero constante: el creciente consumo de ‘cristal’ entre adolescentes está desatando una crisis social de fondo, que ya se refleja en violencia, robos exprés y comportamientos erráticos en espacios públicos y escolares.
Lo que antes era un tema tabú hoy se percibe a simple vista. Jóvenes de entre 13 y 17 años, muchos aún estudiantes, comienzan a consumir esta droga sintética por curiosidad, presión del entorno o evasión emocional. A partir de ahí, muchos cruzan rápidamente la línea hacia la dependencia, conductas agresivas, robos menores, amenazas e incluso actos más graves.
CRISTAL: UNA ADICCIÓN SILENC