Colombia no solo es un país de café, montañas verdes y playas infinitas. Es, sobre todo, un gigantesco parque de diversiones naturales para quienes viven buscando la adrenalina. Desde ríos que rugen con fuerza en la Orinoquía hasta cañones que se abren como heridas de piedra en Santander, pasando por mares que se levantan en olas perfectas en el Pacífico, el territorio nacional parece haber sido diseñado a la medida de los deportes extremos. Aquí, cada río, montaña o acantilado se convierte en un escenario para desafiar los límites del cuerpo y la mente.

Nelson Suárez lo confirma con experiencia de sobra. Administrador de empresas de la Universidad de Antioquia y hoy agente integral de viajes, suma más de 20 mil seguidores en Instagram (@turismonelsonsuarez1) y lleva desde 2011 recorriend

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