Cuando llegó al poder, Hitler creó el Ministerio de Ilustración Pública y Propaganda para alinear —y alienar— la opinión de los alemanes sobre los judíos. Su misión era animalizar y criminalizar al pueblo hebreo para después crear leyes para expulsarlo del país o llevarlo a prisión. La historia revela que así mataron a seis millones de judíos ante una sociedad inmunizada. Hoy, esa propaganda se repite en las redes sociales, donde Donald Trump y sus huestes dibujan a los inmigrantes como terroristas, y donde el presidente Gustavo Petro pone a sus detractores —sean ciudadanos que salen a marchar o dirigentes políticos— como golpistas, paramilitares y aliados del narcotráfico.

Quizá el ejemplo local más aterrador de ese uso de propaganda en contra de los críticos políticos sea que dos días a

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