La investigación desarrollada en torno a la identificación y captura de los asesinos del soquero -rey de la soca- warao, parece haber perdido vigor.
Al punto que, empleando parte de la letra de una hermosa canción de Juan Luis Guerra, no sabríamos expresar si está “fría, fría, como agua del río o caliente como agua de la fuente”.
Según voceros extraoficiales, se mantiene en un círculo vicioso, que no permite avanzar.
Luego de las esperanzadoras noticias acerca de la captura de dos sujetos por parte del Cicpc y una dama en operativo de la DSIP Polidelta, se cayó en un limbo.
Deseosos de colaborar, hemos emprendido una campaña destinada a reforzar los afanes de búsqueda con la esperanza de que los responsables caigan pronto.
Mucho quisiéramos que, en un país, cuyo aparato de seguridad p