El domingo cayó con olor a tierra húmeda —ese petricor que deja la lluvia al tocar el polvo— y sonido de cascos en Ramos Arizpe. D esde la Congregación San Miguel partió la cabalgata que puso fin a tres días de fiesta en el municipio. Más de 800 jinetes, entre cuadrillas de Ramos Arizpe, Arteaga, General Cepeda, Saltillo y Parras, avanzaron por la colonia Analco y las calles del centro hasta la Alameda , donde la celebración encontraría su último escenario.

En ese tramo de Analco se incorporó al recorrido el gobernador Manolo Jiménez Salinas, acompañado por el alcalde Tomás Gutiérrez Merino , para avanzar junto a los cabalgantes hacia el corazón de la ciudad.

“E s una gran tradición y contentos de estar con Tomás y miles de cabalgantes, contentos de acompañar a la gente de Ramos ”

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