Después de años de incertidumbre y una continua búsqueda de respuestas médicas, Ariel Muñoz, de 22 años, fue diagnosticado con distrofia muscular, condición que lo tiene en una silla de ruedas, desde donde ve la vida con una actitud positiva, inocente y llena de esperanza.
De acuerdo con Efraín Muñoz Belis, su padre, y quien lo acompaña para todas partes, desde pequeño, Ariel presentaba síntomas como caminar de puntitas y frecuentes caídas, lo que motivó a su familia a consultar a múltiples especialistas.
El diagnóstico definitivo llegó a los nueve años, cuando un médico le realizó una biopsia muscular que confirmó la distrofia muscular, una enfermedad poco común y sin cura conocida hasta el momento.
Muñoz Belis compartió que el médico advirtió a la familia sobre la importancia de no de