El primer ministro de Singapur , Lawrence Wong, afirmó durante un discurso a la nación: "Lo trataremos como un problema de drogas e impondremos penas mucho más severas. Esto significa penas de cárcel y castigos más duros para quienes vendan vapeadores con sustancias nocivas" Además, los usuarios podrán acudir a centros de rehabilitación para ayudarles a dejar la adicción. "Muchos de estos vapeadores contienen sustancias adictivas y nocivas, como el etomidato (...) en el futuro pueden contener algo peor, más fuerte o drogas más peligrosas", subrayó el mandatario. Vapear está prohibido en Singapur desde 2018 y, según las leyes actuales, poseer, usar o comprar vaporizadores conlleva una multa máxima de 2.000 dólares.

Los contrabandistas esquivan la ley

Wong afirmó que, pese a la p

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