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Resumen IA supervisado
* Resumen supervisado por periodistas.
El 26 de julio de 1984, Diego Fernández Lima almorzó con su madre. Antes de salir de su casa en Villa Urquiza, le pidió dinero para el autobús y avisó que se encontraría con un amigo. Tenía 16 años. Nunca regresó.
Cuarenta y un años después, una serie de hechos fortuitos, la insistencia de su familia y el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) permitieron dar con sus restos. Habían permanecido ocultos todo ese tiempo en el patio de una vivienda del barrio de Coghlan, en la ciudad de Buenos Aires.
Según los peritos, Diego habría muerto ese mismo día : recibió una puñalada a la altura de la cuarta costilla derecha y fue enterrado junto con sus pertenencias en una fosa de apenas 60 centímetros,