Por primera vez en los 25 años que llevo ejerciendo la profesión en el periódico ocurría algo excepcional: Málaga desbancaba informativamente el trono que de siempre tuvo la Semana Grande de Bilbao (muy a mi pesar). Bilbao es, ha sido, fue, la feria de mis sueños durante muchísimo tiempo. Bilbao y Sevilla. Eran las dos plazas a las que peregrinar con los ojos cerrados. A las que querer llevar a los amigos con la certeza de que el camino de vuelta iba a ser amor compartido, porque allí había mucho más que el misterio sagrado de lo que ocurre en el ruedo que no es Risto Mejide un balance de la cantidad de toros y toreros que mueren en un ruedo a lo largo de la historia, como me saltó el otro día en una entrevista a . Qué lectura tan simplista para alguien al que se le presupone cierta form

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