Estamos aprendiendo y aplicando la inteligencia artificial, pero nos saltamos la inteligencia emocional. Cada día estamos enfrentados a un ambiente de estrés de mayor intensidad, un malestar que nos lleva a presentar estados de ansiedad y agotamiento. La violencia, la agresividad, la codicia, la corrupción andan campantes como la peor expresión emocional del ser humano.

¿Qué podemos hacer?

Necesitamos que se implemente con más energía un verdadero cambio en el sistema emocional de nuestra sociedad. Debemos conocer a fondo la inteligencia emocional y llevarla a los colegios, universidades y a nuestras propias familias. Para hacer un viraje desde las emociones destructivas como el egoísmo y la agresividad al cultivo de fortalezas como la compasión, la generosidad, la gratitud, la fe y la e

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